Águila Roja

martes, enero 13, 2015

Las preuvas, una cartera perdida y la fe en el buen karma

Hacía mucho tiempo ya que no me acordaba de lo que era que la vida te sonriese con pequeños detalles que ya creía extintos. La siguiente historia, verdadera, te ayudará a creer, como a mí, en el buen karma.

00:15 am. Los chicos del baile (no del coro) por fin salimos de las cuatro paredes del bar Bus donde practicamos cómo sonreír un poquito más a la vida con los bailes latinos.

00:30 am Tras milenios interminables para decidir qué hacíamos tras las preuvas (recuerdo que se celebran el día 30 de diciembre de cada año) por fin nos movilizamos hacia Sol. A continuación tenéis la foto del momento.


Foto tras las preuvas en la que ya perdí la cartera (Sol, Madrid)

A partir de ese instante fue cuando ocurrió: adiós cartera, adiós a todo lo que legalmente y según el estado soy (DNI, permiso de conducir...) más 20 €, tarjeta de crédito y un par de cosas más sin importancia.

"No me jodas, otra vez no"

Pero antes de seguir con la historia tengo que contároslo, para que la narración quede más redonda: hacía 7 meses me habían robado no solo la cartera sino todo el maldito bolso dentro de un restaurante, cuyo nombre hizo descojonarse a la policía que me ayudó a poner la denuncia: Pepita pulgarcita. Sí amigos PEPITA PULGARCITA.

Así que imaginad cuando otra vez me di cuenta de que había perdido toda mi documentación. Menudo tostón burocrático volver a sacarse el dni y el permiso de conducir. Me salió del alma un "no me jodas, otra vez no". Y eso pasó justo antes de entrar por primera vez en mi primera discoteca de baile latino. 

Irremediablemente tuve que rechazar la entrada y me puse a deshacer el camino con mi genial amigo Frodo, que me acompañó en el alma y de forma presente, para intentar encontrar en el suelo una cartera negra de 10 x 10 cm en el suelo durante la noche de las preuvas, es decir, misión imposible.


La cartera perdida y por fin encontrada

La buena fe funciona, a medias 

Por supuesto, al día siguiente fui a poner la denuncia de la pérdida o sustracción de la cartera. Con la experiencia de la otra vez, llamé para pedir hora en la oficina del dni y en Tráfico para sacarme la correspondiente documentación. A todo esto, recuerdo que todo este tiempo estuve de alegal en España, indocumentado.

Sin ninguna esperanza pasaron los días hasta que, increíblemente, por fin recibí buenas noticias: una carta de la oficina de objetos perdidos de Legazpi en la que me informaban de que habían encontrado mi cartera. El buen karma por fin me llegaba en este año nuevo. Muy buena señal de mis expectativas para 2015.

Sin embargo, tal como esperaba, el karma llegó a medias ya que todo apareció menos el dinero. De todas formas, fueses quien fueses el que devolvió a correos mi cartera: Gracias.

Y ya que estamos, cuelgo un par de fotos de cómo fue la noche y que me demuestran hasta qué momento tuve el bolsillo de mi chaqueta cerrado y cuándo lo tuve abierto, instante en que me desapareció (foto con el bolsillo abierto, arriba).
Todavía con cartera. Dentro de un local en no sé dónde y no sé qué nombre.


Todavía con cartera. Encima de unas sillas y con buena gente.


Todavía con cartera. Encuentra a "Águila Roja" en este caso


Todavía con cartera (creo) y un gorro extraño que provoca catalepsia




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